Madrid es una ciudad bella desde que entras al aeropuerto. Su metro me llevo al centro de la ciudad Sol, caminando a las 8:00 am se siente la cultura despertandose, algo muy latino, no latinoamericano, pero muy parecido. Los edificios son guapos y antiguos. Su infrestructura veloz y eficiente. Cogi metro otra vez hacia Atocha, muy cerca de la estacion de tren y a la par, los museo del Prado, Caxia Forum y Reina Sofia. Una retoma artistica para el extrangero y el estudiante que mesmerisa. De choque aparece la Guernica de Picasso, una maravilla de grises calidos, transfiguras y una escala muralistica. Dali, una sorpresa única hacia el detalle microscopico y la bella imaginacion. El Greco, Velazquez y Bosch, maestros de verdad.
A las 3:00pm ya habia estado despierto 24 horas y mis pies no querian caminar mas por tres museos enormes, pero mi tren a Valencia me esperaba y sabia que alli dormiria. El Alvia un tren rapidisimo y muy cómodo facilito mi vida. En la estación de Valencia me recogió Maite con su marido José Luis. Su hijo Sergio me llevo a cenar con sus amigos dandome una excelente bienvenida. Esta Familia son de verdad amables.
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